El piloto británico se adjudica su segundo Dakar, después de su victoria en 2017 y de un tercer puesto el año pasado.
«Estoy muy contento. Estas últimas etapas han sido difíciles y estresantes, por la navegación. Era tan complicadas y, por momentos, no iba bien. A veces pensaba que me iba a explotar la cabeza. En los últimos diez minutos ni siquiera estaba seguro de que fuera a ganar. Cuando me oigo decir que acabo de ganar mi segundo Dakar, me emociono… es un sueño hecho realidad. Este año no he realizado mi mejor temporada, pero cuando se gana el Dakar, ¡es porque uno se lo ha ganado! Estoy muy feliz.»