Nunca han visto nada igual y ya tiemblan ante este desafío único. La etapa se desarrolla a lo largo de dos días, pero los parámetros típicos de una etapa maratón desaparecen con el formato sin precedentes de la Crono 48 horas. Imaginemos un enorme gong que retumba al anochecer en el cielo del Empty Quarter, ordenando a todos los pilotos que paren en seco sus vehículos y no vuelvan a ponerse en marcha hasta el amanecer del día siguiente, tras una noche bajo las estrellas. Ese es el espíritu de esta nueva prueba. En la práctica, la hora límite son las 16h. En ese momento, se les pedirá a todos que se detengan en la siguiente área de descanso (hay 6) situada en la ruta de la especial (ver esquema). En ese punto, los pilotos recibirán un equipo mínimo de acampar y comida suficiente para pasar la noche en el desierto, sin conexión y, por tanto, sin información sobre los resultados de sus rivales. Aislados del mundo.

Los motoristas de élite que luchan por el título nunca han rodado ocho horas en una especial… hasta ahora. El escenario de esta primicia será el Empty Quarter y sus dunas infinitas. Aunque ya se han adentrado en esta zona, el recorrido de esta mega-especial es realmente duro. Entre los cordones dunares les esperan los chotts (lagos salados), donde podrán tomarse un respiro. Pero la navegación exigirá el máximo cuidado, con rumbos difíciles de encontrar y WP ocultos que enrabietarán a muchos: «No voy a hacer muchos amigos», comenta David Castera. De hecho, sus antiguos camaradas de la categoría de coches se enfrentarán a las mismas dificultades que los pilotos de dos ruedas. Además, como los recorridos de la FIA y de la FIM son independientes, no habrá marcas de rodadura de motos para guiar a los copilotos.

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Director, Editor y Fotografo de Bandera a Cuadros.

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